nicas de las adicciones y de la toxicomanía; de las identificaciones del goce que se transforman en epidemia cuando lo que suplen es la caída fulminante de los ideales de la época en la que el Otro parecía existir; pero, de manera remarcable, del modo como la adolescencia toma relevancia en nuestra época.
La clínica de la adolescencia eleva la conducta al rango de la sintonía en el que lo que está en riesgo es la vida misma.
La clínica de la adolescencia eleva la conducta al rango de la sintonía en el que lo que está en riesgo es la vida misma.
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